Los objetivos específicos son: reconocer el suelo como un patrimonio común que necesita protección por parte de la UE, ya que aporta beneficios fundamentales que afectan al bienestar humano y la resiliencia medioambiental.
Los objetivos específicos son: reconocer el suelo como un patrimonio común que necesita protección por parte de la UE, ya que aporta beneficios fundamentales que afectan al bienestar humano y la resiliencia medioambiental.